Para atender las enfermedades infantiles se observa una tendencia significativa a consultar al centro de salud, en un GRAN número de casos se utilizan los remedios caseros como estrategia previa a la visita médica debido a los costos y A las dificultades de desplazamiento a las instituciones hospitalarias; la automedicación con productos farmacológicos es una práctica bastante débil y generalmente tiene que ver con la atención a gripas y estados febriles. No se acude a los "curanderos" ni otros servicios de salud empíricos . La homeopatía se reconoce como válida en cuanto ha empezado a incursionar en marcos de cientificidad y legitimidad socialmente aceptados.

En cuanto a los remedios autopreparados se rescata el uso del suero casero para la diarrea; guayaba y café, plumilla con "mora niñita", verdolaga y acedera para la diarrea, remolacha con azúcar y ajos y limón, leche con manzanilla, sidrón, limón, campanilla y flores de sauco para la gripa, apio para la digestión, borraja (limoncillo) con miel de abeja para la fiebre, poleaco para la enuresis, malva para los "nervios", hierbabuena con leche para la tos, eucalipto con limón para la asfixia.

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