Para atender las enfermedades infantiles se observa una tendencia significativa a consultar al centro de salud, en un GRAN número de casos se utilizan los remedios caseros como estrategia previa a la visita médica debido a los costos y A las dificultades de desplazamiento a las instituciones hospitalarias; la automedicación con productos farmacológicos es una práctica bastante débil y generalmente tiene que ver con la atención a gripas y estados febriles. No se acude a los "curanderos" ni otros servicios de salud empíricos . La homeopatía se reconoce como válida en cuanto ha empezado a incursionar en marcos de cientificidad y legitimidad socialmente aceptados.

En cuanto a los remedios autopreparados se rescata el uso del suero casero para la diarrea; guayaba y café, plumilla con "mora niñita", verdolaga y acedera para la diarrea, remolacha con azúcar y ajos y limón, leche con manzanilla, sidrón, limón, campanilla y flores de sauco para la gripa, apio para la digestión, borraja (limoncillo) con miel de abeja para la fiebre, poleaco para la enuresis, malva para los "nervios", hierbabuena con leche para la tos, eucalipto con limón para la asfixia.

crianza de la familia antioqueña 






En el marco de las teorías de la socialización ha sido tradicionalmente aceptada la preponderancia de la relación diádica-madre-hijo. En el marco de la cultura, y en sociedades con tendencia matriarcal como es la Antioqueña, tal primacía parece conservar un alto nivel de validez. La figura femenina tiene en la cultura Antioqueña una alta preminencia, no solo como figura de cohesión afectiva y de autoridad moral, sino como reguladora de relaciones con el entorno y administradora de la economía familiar. Es así que el cuidado y la educación de los hijos como vivencia cotidiana, continúa estando en manos de las mujeres; los hombres irrumpen de manera fragmentaria tomando posiciones, que como las ya mencionadas son extremas, si bien en algunos casos se reconoce la capacidad de diálogo de algunos padres y en casi todos se reconoce el sentimiento positivo que une a éstos con sus hijos.

Si bien el padre, al igual que la madre, ejerce la autoridad, generalmente lo hace para imponer la sanción; la madre, figura presente en la cotidianidad, cumple la tarea de valorar la falta y comunicarla al padre; de ahí que la mujer sea quizás el principal referente moral para los hijos; ella, discierne sobre el sentido de "lo bueno" y "lo malo", clasifica y juzga las acciones de los niños en términos del "bien" y del "mal" y finalmente decide quién impondrá la falta; de ahí que en ocasiones sea ella la que castiga y en otras, sea el padre quien lo haga. Esta autoridad moral de la mujer-madre es reconocida no sólo socialmente, sino al nivel del núcleo familiar, y frecuentemente se admite que la mujer es la que castiga con mayor frecuencia.

En este orden de ideas, existe una tendencia importante a considerar que las relaciones de pareja y de ésta con los hijos son buenas, principalmente porque hay un buen trato;  las relaciones se hacen "regulares" o "malas" cuando aparecen el maltrato verbal, los celos y el consumo de alcohol. Esto nos remite a penetrar en asuntos como el alcoholismo, la drogadicción, el maltrato a la pareja y la infidelidad como factores de riesgo para la estabilidad familiar.

Antioquia también piensa en la familia

Si bien la normatividad jurídica y las políticas públicas que impulsa el Gobierno central integran al Departamento como parte de la unidad territorial nacional, Antioquia, a través de la Gobernación, también piensa en la familia. En la actualidad, la administración departamental ejecuta el Plan de Desarrollo 2004 – 2007, llamado Antioquia Nueva, un hogar para la vida, que recoge los postulados básicos del programa de Gobierno sometido a consideración de los electores.




Adicionalmente al Plan de Desarrollo 2004-2007 , la Gobernación de Antioquia, con el acompañamiento de importantes líderes empresariales, sociales y gubernamentales del departamento, impulsó la iniciativa de crear una Alianza de Antioquia por la Equidad, “concebida como un instrumento de lucha contra la inequidad y el bajo desarrollo humano integral de la población, identificado como el principal problema de Antioquia en su proceso de desarrollo económico, político y social”.

Roles: tareas de cada miembro





En Antioquia, según la trabajadora social Blanca Inés Jiménez, los roles más tradicionales del padre y de la madre estaban definidos así: “de la buena madre se esperaba que fuera ante todo educadora, ejemplar y que les diera buenos consejos. Asimismo, no era aceptado el maltrato; por el contrario, ella debía ser tierna, entregarse desinteresadamente a ellos y velar por su bienestar. Las expectativas frente al padre se centraban en que fuera responsable con su familia, moderado y sin vicios; justo en sus decisiones y en las sanciones que impartía sobre los hijos. Además, podía ser afectuoso, pero mesurado en sus expresiones”.

Desde estas funciones —continúa Jiménez— se evidencia que “el padre debía ser el jefe del hogar, proveedor y trabajador, y sus tareas básicas eran responder económicamente por los hijos y encauzar su inserción en la sociedad, dándoles buen ejemplo y corrigiéndoles las conductas que se salieran de lo establecido socialmente. Como complemento de este hombre la mujer debía buscar su realización en la maternidad, pues los logros de sus hijos eran sus propios logros, lo que la llevó a dedicar su tiempo y sus energías a obtener el bienestar para su familia y a cumplir con las tareas del hogar”.

Hoy, en el país y en el Departamento, el padre y la madre se encuentran en la transición hacia nuevos roles y tareas en la familia, pues las demandas actuales exigen que los padres no desempeñen con los hijos una mera función instrumental que se limite a proveer, definir normas, dar órdenes o castigar. Por el contrario, deben establecer con ellos relaciones afectivas en cuyo contexto se ejerza una autoridad democrática que tenga como base el diálogo y la concertación.

En el caso de las mujeres, se promueve repensar la maternidad para que no sea su único y principal medio de realización personal, y se busca que afirmen su autonomía e independencia afectiva y económica, para que puedan conquistar el manejo de una autoridad con sentido democrático. 
La familia en Antioquia

Las características de la familia en Antioquia han sido estudiadas ampliamente por investigadores sociales. Entre ellos, Virginia Gutiérrez de Pineda, bajo la denominación complejo cultural antioqueño o de la montaña. Gutiérrez estableció en su momento, 1968, que en el grupo familiar antioqueño la mujer era la guía, la consejera y quien ejercía la autoridad; el hombre, por su parte, era el proveedor económico. Asimismo, planteó que se presentaban familias, básicamente, nucleares y extensas, austeras y con disposición de sacrificio para cultivar valores y enfrentar la vida futura.



De ese estudio hay aspectos que permanecen y otros que han cambiado con el devenir del tiempo y que se viven de distinta forma en el campo o en la ciudad.

Puede decirse que en la región la mujer todavía cumple el papel decisivo de ser “la madre de los hijos”, que la soltería en ambos sexos es rechazada por provocar la duda de lo varonil en el hombre y de la beatitud en la mujer, y que el matrimonio es visto como un paso necesario para el alcance de la riqueza y el hogar como escenario del éxito del hombre. Ha cambiado, en los últimos años, el ejercicio de la sexualidad —de sexo para procrear a sexo por placer—; la aceptación de la descendencia ilegítima en el ámbito familiar; el intercambio de funciones y roles tanto del hombre como de la mujer; el papel de la Iglesia y del sacerdote en la familia; y la planificación en el número de hijos.

Las familias extensas y las nucleares han ido dando paso a otras formas familiares que se adaptan a los cambios económicos, religiosos, políticos y culturales de nuestra época. Atrás quedó el sacerdote como consejero de la madre y promotor de los valores en los hijos para dar paso a relaciones más estrechas entre la familia y los órganos educativos y culturales. En el pasado quedó la mujer dedicada sólo a las labores domésticas y el hombre como proveedor de recursos, a un intercambio en el tiempo de las funciones de uno y otro.

En contextos de pobreza, inequidad y violencia, las familias vuelven a reunirse en torno a la satisfacción de las necesidades básicas, los hijos tienden a permanecer más tiempo bajo el cuidado de sus parientes y se facilita la generación de violencias de distinta índole tanto en el interior del nido parental como en la sociedad.

Antioquia es hoy escenario de los distintos tipos de familia, de hijos que viven solos, de unidades domésticas, de madres adolescentes, de hijos al cuidado de las “nanas”, entre otros tipos de unión, estructura y formas familiares. Por ello, ante una sociedad y un Estado desacralizado, según el antropólogo Hernán Henao Delgado, es necesario forjar una ética que reemplace la religiosa, propendiendo por unas relaciones familiares justas, igualitarias y participativas, en donde el amor y la alianza sean fortaleza y fuente de valores.


¿QUE ES LA FAMILIA SALUDABLE? 
Es el estado de ideal del núcleo familiar y su adecuada relación con las influencias biopsicosocial y ambientales del mundo que la rodea.

                                         
                                                     TIPO DE FAMILIA ANTIOQUEÑA:

 Pareja monogámica estable: Padre proveedor y madre hogareña, es la más común.

• Unión de hecho: Ambos trabajan y comparten los oficios domésticos.

 Familia monoparental: Un solo padre está a cargo de la crianza de los hijos.

• Nuclear extensa: Constituida por dos o más generaciones en el hogar de los abuelos.

• Unión legal.


 ESTILO DE CRIANZA:

• Democrático regida por el dialogo y la democracia.

RELIGION: 

católica

                                                             

      PERSONALIDAD:

Espíritu productivo, ahorrativo, emprendedor y andariego.
La mujer es la guía, consejera del hogar y también aporta apoyo económico.

                                                                     GENTILICIO:

Antioqueño/a quienes contienen varios tipos de cultura: urbana, montañera, costeña, ribereña y calentana. Sin embargo están conformados por 5 grupos humanos bien definidos: paisa, costeño, sabanero y chocoano e indígena (etnia Embera). El grupo más predominante es el paisa en un 90% y habitan casi en su totalidad en la región montañosa del departamento, que constituye un 80% del área. Esta región montañosa junto a Risaralda, Quindío y Caldas conforman la denominada región paisa  colombiana.

Tipología familiar

En nuestro país, rico en costumbres culturales y en territorios geográficos, convergen formas familiares indígenas agrupadas en torno a los ritos y costumbres prehispánicas; grupos culturales familiares resultantes del  intercambio español-indígena en donde la religión es rectora aún con un frecuente rompimiento del modelo católico; conjuntos familiares en los cuales prima la unión legal, la descendencia legítima y el honor; relaciones en las cuales “el hombre hace catarsis erótica, mientras las mujeres, madre y abuela, asumen la dirección del hogar en todos los ámbitos”; y los grupos familiares matriarcales en donde el hombre es proveedor económico, pero la mujer es guía del hogar.




Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS), para 2005, la familia nuclear (padre, madre e hijos) constituye uno de cada tres hogares en Colombia. Sin embargo, en la actualidad, se puede hablar de unos tipos de familia distintos a la “tradicional” y resultantes de, por ejemplo, la llegada de personas de otras regiones del país, del desplazamiento de campesinos a las urbes, del deterioro de las condiciones económicas, de los cambios de roles desde el ingreso de la mujer a los ámbitos educativo y laboral, de la violencia o de la condición sexual. De acuerdo con la ENDS, el 70 por ciento de los hogares tiene jefe hombre, porcentaje inferior al de 2000 cuando estaba en 72 por ciento y los niños que viven con ambos padres disminuyen de 61 a 58 por ciento. Por tanto, es posible encontrar a lo largo y ancho de nuestro país muchas de las siguientes familias:


Familia nuclear: Llamada también familia elemental, simple o básica, es aquella conformada por el hombre, la mujer y los hijos socialmente reconocidos.

Familia extensa: Es aquella que recoge varias generaciones unidas por consaguinidad. Así, pueden cohabitar en un mismo espacio los abuelos, el padre, la madre, los hijos, las hijas, los nietos, las nietas y demás.

Familia monoparental: Cuando los hijos viven solamente con un progenitor, ya sea el padre o la madre (cabeza de familia). Se deriva de la separación, abandono, divorcio, muerte o ausencia por motivos forzosos de uno de los miembros.

Familia nuclear poligenética: También conocida como familia reconstituida, recompuesta, superpuesta o simultánea, es resultante de una anterior unión legal o de hecho en la que se tuvo uno o varios hijos. Esta familia se constituye de la nueva unión de uno o ambos miembros de la pareja, en donde se unen los hijos de cada persona y los comunes. A esta familia corresponde el dicho popular: los tuyos, los míos y los nuestros

Familia ampliada: Llamada también familia comunitaria, permite la presencia en la misma vivienda de miembros no consanguíneos, tales como vecinos, colegas, ahijados, entre otros. 

Familia homoparental u homosexual: Supone una relación estable entre dos personas del mismo sexo. Los hijos llegan por intercambio heterosexual de uno o ambos miembros de la pareja, por adopción y/o procreación asistida. Para la Iglesia y la Ley en Colombia, la unión homosexual no es considerada como familia, pues, siendo así, tendrían derecho a la adopción de hijos.



¿Qué es familia, qué es hogar?






Un hogar, llamado también unidad doméstica, es un grupo de personas que se unen voluntariamente en un mismo espacio físico y que puede incluir vínculos sentimentales, de autoridad, de solidaridad y/o poder. Comparten la vivienda, un presupuesto común y una serie de servicios y actividades indispensables para la convivencia cotidiana de sus miembros. Si una persona vive sola se le conoce como hogar unipersonal.

Una familia, por el contrario, se constituye sólo a partir de relaciones de parentesco o de consanguinidad y es el grupo social en el que se satisfacen las necesidades afectivas y sexuales indispensables para la vida social del individuo.



La familia: el hogar primero

La familia es el primer espacio socializador del hombre y la mujer. En ella se dan los primeros aprendizajes, acuerdos y discrepancias. Vista por la Iglesia, es una institución creada y bendecida por Dios; para la antropología y la  sociología es un grupo de convivencia basado en el parentesco, la filiación y la alianza, en la cual sus miembros están ligados por sangre o por afinidad. Desde el marco legal, es el núcleo fundamental de la sociedad, constituido por vínculos naturales o jurídicos y la voluntad libre de un hombre y una mujer que se unen bajo el matrimonio civil o religioso, o en la unión libre, y la cual tiene protección jurídica con un conjunto de normas que buscan su protección, regulación y organización.
En la familia se da el desarrollo del afecto y la satisfacción de necesidades sexuales, sociales, emocionales y económicas. Se crean, trasmiten y reciben normas, valores, símbolos, ideologías e identidades. Es el lugar privado donde se comparte desde el techo hasta los actos cotidianos de cada miembro.